UN DIA NO DEBE TERMINAR CON ENOJO

Estimado amigo o amiga este mensaje va con el alma, pensé en qué compartir con ustedes y Dios puso en mi corazón un tema que tiene mucho que ver con nuestras relaciones. Tal vez la vida es más llevadera y saturada de amor en una relación a través de una red social por Internet; pero, pudiera ser muy dura y distinta en una relación de la vida real entre cónyuge, entre familias, en el trabajo, en la comunidad o entre las personas con quienes tenemos relacionarnos día a día.

Hoy una amiga me comentó sobre el enfrentamiento que tuvo con una compañera de trabajo y posiblemente tú has tenido uno con tu esposo o esposa o con alguien. Quiero recordarte lo que dice Dios en el Salmo 4:4 “¡Temblad y no pequéis! Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.” ¿Por qué nos conviene callar cuando estamos alterados?

El prójimo debe ser beneficiado con la bendición del justo. El que se acuesta enojado le da lugar al diablo quien cambia la indignación, justa o injusta, en agravio, rencor, fuente de ira, resistencia al perdón. La orden que se nos da es resistir al diablo en todo tiempo y en todas partes (Santiago 4:7). No se le debe dar ninguna oportunidad para aprovechar nuestra ira y lograr sus siniestros propósitos

EL ENOJO ESTA TOTALMENTE PROHIBIDO. Aunque tu ira parezca justa, no dejes que se mezcle con enojo. No permitas que la noche y el enojo duerman contigo, procura reconciliarte con la otra persona, aunque sea él quien haya sido el primero en ofender. Dios da un día a la vez para que practiquemos la justicia, tal vez el día que vives sea el último en tu vida, o el último del prójimo que debiste bendecir con tu amor y perdón. Lo importante es no tener cuentas con Dios que luego no podamos pagar sino merecer castigo eterno.

El apóstol Pablo dice en Efesios 4:26-31 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo… Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
En las personas donde impera el amor no pueden cohabitar las siguientes perversiones:
• LA MALICIA. Es la perversa inclinación del pensamiento, la maligna o vil disposición que se deleita en infligir daño o herir al prójimo.
• LA MALEDICENCIA / CALUMNIA. Es el lenguaje ofensivo, sea contra Dios o en contra del prójimo. La lista sobre el uso de la lengua se resume en las palabras “juntamente con toda malicia”
• LA IRA. Es la indignación que domina, cuando el corazón ruge como un horno que arde. La gritería es la explosión violenta de una persona fuera de sí que comienza a gritar a otros
• LA AMARGURA. Es la disposición de una persona con la lengua aguda como una flecha y afilada como una navaja. Guarda resentimiento contra su prójimo y así le picha, estando siempre pronto a perder los estribos con respuestas que muerden o punzan.
• LA COLERA O FURIA. Es una fuerte pasión de antagonismo que se expresa por medio del estallido, la réplica acalorada. Ocurre en mala compañía de palabras tales como amargura y gritería, indica homicidio potencial

La vida esta llena de días maravillosos para toda persona, tu estado de ánimo no debe ser causal para destruir el futuro de tu cónyuge, de tus hijos, de tus amigos. Un proverbio chino dice “no maldigas la oscuridad, enciende una luz”. Cultiva la paciencia, dile a Dios que te controle, aprende a resolver conflictos con el amor de Dios. El apóstol Pedro dice: “Porque: «El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño. (I Pedro 3:10).

Aquí tienen un amigo felizmente casado, padre de 4 hijos y, con mi familia, sirviéndole al Señor como pastor desde la edad de 20 años. Nuestro trabajo ha sido de continuo siempre: RECONCILIAR. Mi mejor fortuna, la que Dios me ha dado, son mi familia y mis amigos.

Colaboración: Pastor: Hageo Herrera - Puerto La Cruz Venezuela

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