Orgullo

Arrogancia, vanidad, soberbia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas. El orgullo consiste en una estima exagerada de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y renombre. La soberbia, el orgullo y el amor propio se encuentran estrechamente ligados. Relacionados con el orgullo están la vanidad, soledad, locura y la dignidad.

El orgullo es peligroso. Está en la Biblia, Proverbios 16:18, "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu".
La humildad produce honra. Está en la Biblia, Proverbios 29:23, "La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra".
Dios resiste a los soberbios. Está en la Biblia, 1 Pedro 5:5-6, "Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo".
El orgullo puede separarnos de Dios y de los demás. Está en la Biblia, Lucas 18:14, "Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido".
EL ORGULLO VERSUS LA SOBERBIA

Dos gallos reñían por la preferencia de las gallinas; y al fin uno puso en fuga al otro. Resignadamente se retiró el vencido a un matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una tapia alta dándose a cantar con gran estruendo.

Más no tardó un águila en caerle y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se quedo con todo el gallinero.

A quien hace alarde de sus propios éxitos, no tarda en aparecerle quien se los arrebate.

REFLEXION:
La cura para los malos deseos es la humildad. El orgullo nos hace egocéntricos y nos lleva a pensar que tenemos derecho a todo lo que podemos ver, tocar o imaginar. Crea apetitos codiciosos de obtener más de lo que necesitamos.
Podemos ser librados de nuestros deseos egocéntricos al humillarnos delante de Dios, tomando conciencia de que lo único que necesitamos es su aprobación. Cuando su Espíritu Santo nos llena, nos damos cuenta de que las atracciones seductoras del mundo son solo sustitutos baratos en comparación con lo que Dios nos ofrece.

Proverbio 16:18-19 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes…


HUMILDAD
“Aprende del agua porque el agua es humilde y generosa con cualquiera, aprende del agua que toma la forma de lo que la abriga: en el mar es ancha; angosta y rápida en el río, apretada en la copa; sin embargo, siendo blanda, taladra la piedra dura.

Aprende del agua que por graciosa se te escurre entre tus dedos, tan graciosa como la espiga que se somete  a los caprichos del viento y se dobla hasta tocar con su punta la tierra, pero pasado el viento la espiga recupera su erguida postura, mientras el roble, que por duro no se doblega, es quebrado por el viento.


Se blando como el agua para que el Señor pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino, y serás eterno como EL, porque sólo el que se deja trascender por lo trascendental será  trascendente”.
Facundo Cabral

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