¿CÓMO RECUPERAR LA PUREZA EN UN NOVIAZGO EN EL QUE YA ESTAMOS TENIENDO RELACIONES SEXUALES?
Yo estuve en una
relación de 5 años de noviazgo y estábamos comprometidos para casarnos, pero
vivíamos en pecado sexual. Siempre nos prometíamos que nunca más lo íbamos a
hacer, que estábamos “dispuestos”, que íbamos a cambiar. Esto duraba solo unos
6 meses, al rato estábamos de vuelta teniendo relaciones sexuales, de vuelta al
mismo ciclo vicioso pecaminoso.
Tuve que tomar una
decisión, fue muy difícil, pero nada se compara a lo que Dios ahora ha traído a
mi vida. Ahora puedo tomar decisiones a largo plazo, puedo ver a mi futura
pareja con ojos que agradan a Dios y sobre todo con una decisión de guardar su
corazón y cuerpo, como ofrenda de justicia para la gloria de Dios.
Mi decisión de dejar
una relación pasada en fornicación, ha traído frutos de bendición para mi vida.
Vivo en paz, en gozo, con esperanza de recuperar el regalo más apreciado que
Dios nos puede dar y es el compartir un matrimonio puro. Ha sido un proceso
largo y Dios continúa trabajando en mi persona, pero he aprendido lo que el
amor significa: decisión de dar.
Ahora sí puedo decirte
que conozco el amor verdadero y genuino. Aquel que busca la santidad y pureza
desde el inicio. Las tentaciones están, pero mi espíritu ahora primero busca a
Dios e inmediatamente mata los deseos de la carne. Ahora busco casarme como una
promesa de Dios, y con la motivación de darle solamente a Él toda la gloria!
Puedo amar a una mujer diferente, puedo respetarla y guardar su corazón para el
matrimonio.
Una decisión puede
cambiar tu vida para bien o para mal. Tú decides.
Como mentor de este
ministerio (y como hombre que pasó por esta situación), yo aconsejo a los
hombres la separación de un noviazgo que ya se ha involucrado
en relaciones sexuales. Seamos realistas, sé que cuando hay emociones
involucradas, amigos y lugares en común, e incluso un futuro con planes de
boda, esta separación es más dura y puede ser temporal, pero de una o de otra
manera, muy necesaria.
No existen pasos
específicos para terminar una relación, ya que las situaciones y personalidades
son muy diferentes, pero algo claro podemos saber, que debemos tomar una
decisión. Una de las mejores preguntas que nos podemos hacer es la siguiente:
¿Cuál es mi
verdadera motivación para estar con ella o con él?
Si tu motivación
principal no es para darle la gloria a Dios con sus corazones y cuerpos, así
como de un compromiso de casarse, eventualmente dicha relación no funcionará.
Si estas con ella por
placer, tu relación después de cometer fornicación se convierte pasional. Debes
amputar dicha relación.
Si tu intención es
casarte con ella y ambos estás comprometidos, entonces la separación debe ser
por un tiempo prudencial hasta que ambos corazones estén restaurados y
dirigidos hacia Dios, con el fin de entrar a un matrimonio en pureza y
santidad. Claro está, esto conlleva todo un proceso de restauración, que
incluye confesión del pecado, aplicación de principios bíblicos, entrega de
cuentas y buscar la Voluntad de Dios.
En la mayoría de
ocasiones, una relación de noviazgo en fornicación oculta sus actos, mantiene
el acto en SECRETO y poco a poco se va convirtiendo en un hongo que pudre
nuestra alma, sentimientos y hasta nuestro cuerpo.
Te explico ahora
mis razones para separarse en un noviazgo que vive en fornicación.
Primero, porque
debes romper el ciclo y rutina del pecado.
Con certeza, puedo
afirmar que si tienes relaciones sexuales frecuentemente con tu novia, es
porque ya conocen los momentos en los que pueden hacerlo, la rutina para
quedarse a solas, como disculparse y prometerse que no lo van a volver a hacer,
como callar la culpa, etc. En algún punto deben romper con este ciclo de
pecado, y la única forma de hacerlo es de manera radical, de tajo, con una
separación absoluta, geográfica, y emocional.
Segundo, porque la
disponibilidad del cuerpo de tu novio o novia es ocasión constante para caer.
Es muy difícil limpiar
tu mente si pensar en el cuerpo de él o ella te tienta, y mucho más si sigue
estando a tan poca distancia para que des rienda suelta a tus deseos, y si ya
tienes una costumbre “automática” de ver en forma lujuriosa o si hace mucho
tiempo no respetas la forma en la que conduces tus manos. Una separación te
permitirá identificar tus errores en este sentido, y decidir acerca de formas
más puras en las que debes manejar tus ojos y manos en tu noviazgo.
Tercero, porque
debes reflexionar en la naturaleza de tu noviazgo, para terminarlo o
reencauzarlo.
La separación te
ayudará a meditar tu relación y ver realmente si está basada en solo pasión y
sexo, o realmente existe un compromiso de pureza y amor genuino, y un deseo
interesado en hacer a la otra persona feliz.
En una relación sexual
fuera del matrimonio, buscamos con sentimientos egoístas satisfacer los deseos
propios de nuestra carne. Nunca pensamos en la otra persona, en lo que le va a
afectar o las consecuencias futuras. Cuando estamos en fornicación, le robamos
a la otra persona lo que era para alguien más. Le quitamos el regalo que Dios
tenía guardado para el verdadero esposo o la esposa, y lo obtenemos por un
momento de placer.
Una separación puede
darte la oportunidad de decidir maduramente si es una relación que no puedes
continuar más, pues tal vez no amas a la otra persona, sino solo deseas
satisfacer tu carne, o si bien, debes reencauzar en pureza esa relación,
establecer nuevas y mejores metas, vivirlo en santidad, y matar tu egoísmo.
Cuarto, porque
debes romper con las ataduras emocionales y espirituales que trajo el pecado.
Nuestra Biblia dice
que la intimidad sexual está hecha para crear lazos increíblemente fuertes
entre un hombre y una mujer, de tal manera que se convierten en una sola carne,
literalmente. Si ya has caído en fornicación, estás viviendo con esos lazos
indivisibles que estaban reservados para después de tu boda –y por eso es tan
difícil ahora abandonar el sexo con tu novio o novia.
y dijo: “Por
eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos
llegarán a ser un solo cuerpo” ? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por
tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Mateo 19:5-6 NVI
Debes tomarte el momento
para confesar este pecado ante Dios, y romper con tus palabras, estos lazos
emocionales y espirituales que has creado, con tu novia o novio, y con todas
las parejas sexuales con quienes hayas estado, en el nombre de Jesús. Puedes
pedir ayuda para que un consejero o un líder de tu Iglesia te guíen en este
proceso de libertad.
Estén alerta y oren
para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el
cuerpo es débil.» Mateo 26:41 NVI
A continuación,
algunos pasos que puedo recomendarte según la experiencia que me tocó pasar
para terminar la relación:
Medita cuál es lo que
más valoras en tu vida: Tú pureza o el pecado sexual.
Deberás confesar tu
pecado a alguien más, puede haber consecuencias pero es algo que deberías haber
pensado antes.
Con consejería, apoyo de Amigos de Responsabilidad, deberás hablarle a tu pareja de manera madura y terminar la relación.
Con consejería, apoyo de Amigos de Responsabilidad, deberás hablarle a tu pareja de manera madura y terminar la relación.
Ambos pidan ayuda para
sanar las heridas ocasionadas por la relación sexual.
Busquen cada uno un
compañero o grupo de rendición de cuentas, para mantenerse en transparencia en
su trato.
Ora para pedirle a Dios que te muestre Su voluntad con respecto al futuro de la relación.
Ora para pedirle a Dios que te muestre Su voluntad con respecto al futuro de la relación.
Aprende a vivir en
soltería al menos durante 6 meses buscando la libertad de tu esclavitud sexual
y restauración de corazón y alma. La libertad propia les permitirá luego
construir la libertad de ambos como pareja.
Si estás ahora
viviendo en un noviazgo en el cual ya no respetas las fronteras de pureza
sexual, busca el consejo pastoral, quien
podrá ayudarte a ordenar tu vida delante de Dios y la iglesia.
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A mi me sirve. Pero ahora lo devo poner en práctica